La Comisión ha adoptado el 24 de marzo la primera estrategia global de la UE sobre los derechos del niño, así como una propuesta de Recomendación del Consejo por la que se establece una Garantía Infantil Europea, para promover la igualdad de oportunidades de los niños en riesgo de pobreza o exclusión social.
Para preparar ambas iniciativas, la Comisión, en asociación con las principales organizaciones mundiales de defensa de los derechos del niño, recogió las opiniones de más de 10.000 niños.
La nueva Garantía Infantil Europea
En 2019, casi 18 millones de niños en la UE (el 22,2% de la población infantil) vivían en hogares en riesgo de pobreza o exclusión social. Esto conduce a un ciclo intergeneracional de desventajas, con efectos profundos y a largo plazo en los niños. La Garantía Infantil Europea pretende romper este ciclo y promover la igualdad de oportunidades garantizando el acceso a un conjunto de servicios clave para los niños necesitados (menores de 18 años en riesgo de pobreza o exclusión social).
En virtud de la Garantía Infantil Europea, se recomienda a los Estados miembros que proporcionen a los niños necesitados un acceso gratuito y efectivo a
- educación y atención a la primera infancia – por ejemplo, evitar las clases segregadas;
- educación y actividades escolares – por ejemplo, equipamiento adecuado para el aprendizaje a distancia, y viajes escolares;
- al menos una comida saludable cada día de clase; y
- atención sanitaria: por ejemplo, facilitar el acceso a los exámenes médicos y a los programas de detección de enfermedades.
Estos servicios deben ser gratuitos y estar a disposición de los niños que los necesiten.
La Comisión también recomienda a los Estados miembros que proporcionen a los niños necesitados un acceso efectivo a la salud y la nutrición y a una vivienda adecuada: Por ejemplo, los niños deben recibir comidas saludables también fuera de los días de clase, y los niños sin hogar y sus familias deben tener acceso a un alojamiento adecuado.
A la hora de identificar a los niños necesitados y de diseñar sus medidas nacionales, los Estados miembros deben tener en cuenta las necesidades específicas de los niños de entornos desfavorecidos, como los que no tienen hogar, los discapacitados, los que tienen una situación familiar precaria, los de origen inmigrante, los de origen racial o étnico minoritario o los que reciben cuidados alternativos.
La financiación de la UE para apoyar estas acciones está disponible en el marco del Fondo Social Europeo Plus (FSE+), que financia proyectos que promueven la inclusión social, luchan contra la pobreza e invierten en las personas, así como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, InvestEU, y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.