La Asociación de Familias Numerosas de Cataluña (FANOC) quiere aprovechar el Día Internacional de la Familia, que se celebra mañana viernes, 15 de mayo, para hacer un llamamiento y que se tenga en cuenta la realidad de las familias numerosas, que están siendo discriminadas a la hora de fijar los requisitos y cuantías de las distintas ayudas (por ejemplo en los ERTE o en la anunciada Renta Mínima Vital), o en la educación de sus hijos, al no tener cuenta la falta de equipamientos informáticos suficiente para la enseñanza online de sus hijos, así como las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral o incluso para poder hacer la compra acompañados, al llevar más cantidades y necesitar ayuda para su transporte.
FANOC lamenta que estas familias estén siendo las grandes olvidadas en la crisis, cuando son las que más aportan a la sociedad en forma de capital humano y son un motor de desarrollo, muy importantes en un momento de dificultad económica y social como el que se está viviendo.
En los ERTE la prestación máxima llega solo hasta los que tienen 2 hijos; y se repite ahora con el Ingreso Mínimo Vital que prepara el Gobierno. El borrador de esta renta social prevé unos incrementos por hijos, pero fija también una cantidad máxima, que en este caso llega a los 3 hijos y no se incrementa a partir de ahí, lo que supone una clara discriminación de las familias con 4 o más hijos.
“Es indiscutible que un hogar con 5 hijos no puede vivir con la misma cantidad de dinero que uno con 3, y más si pensamos que estas familias, las perceptoras del Ingreso Mínimo Vital, son familias en situación crítica, en las que no es posible “tirar” de ahorros”, explica Raúl Sánchez, director de la asociación.
La entidad considera que no contemplar otras realidades, más allá de 3 hijos, es un planteamiento que no encaja dentro de la política social de apoyo a los más desfavorecidos y recuerda al Gobierno que las familias numerosas son uno de los colectivos más vulnerables y que la vulnerabilidad es mayor cuantos más menores haya en el hogar. Según el Informe de 2019 sobre Exclusión y Desarrollo Social en España de la Fundación Foessa, los hogares más afectados por la exclusión social son las familias numerosas (33%) y las monoparentales (28%).
La discriminación de las familias numerosas se ha producido en otras prestaciones, como en los ERTE, que, como ya denunció FANOC en el mes de marzo, siguen el mismo planteamiento que la prestación por desempleo, fijando una cuantía máxima por hijos sólo hasta el segundo hijo. Esto supone que percibe lo mismo un padre o madre con 2 hijos que uno que tenga 6 o 7.
FANOC destaca que las familias con hijos y, en especial las numerosas, son las que, sintiendo de una forma especial las consecuencias del confinamiento y otras restricciones del Estado de Alarma, se han adaptado a las circunstancias conscientes de que se trata de una emergencia, pero asumiendo una carga extra de trabajo físico y emocional. “Es muy duro un encierro en casa durante casi dos meses con niños, muchos de corta edad y en muchos casos en espacios reducidos y sin jardín o terraza”, señala Raúl Sánchez.
A todo ello se unen los problemas de conciliación, para compaginar trabajo y cuidado de los niños en casa, problemas que tiene cualquier familia que tenga un hijo, pero que se agudizan en el caso de tener más hijos, ya que requieren mayor atención, y lo mismo ocurre en el caso de los equipos necesarios teletrabajar y seguir las tareas escolares. “Las familias que mantienen sus empleos y tienen la posibilidad de teletrabajar están haciendo malabares para poder trabajar y hacer que los niños sigan el ritmo escolar, ayudando a los más pequeños y haciendo turnos con los ordenadores cuando tienen la suerte de tenerlos”, apunta Sánchez.
Las familias numerosas están sufriendo de manera especial un desgaste en la educación de sus hijos, por la falta de equipamiento para todos y por la dificultad para seguir su enseñanza escolar. «Hay familias que nos dicen que es como si tuvieran cinco o más colegios distintos en su propia casa», señala Raúl Sánchez, quien destaca que «se está creando una brecha educativa porque los hijos de familias numerosas no pueden seguir el ritmo de los demás alumnos ni recibir un adecuado seguimiento por parte de los padres».
FANOC considera necesario poner en marcha medidas de conciliación que permitan compaginar la vida laboral y familiar, como flexibilidad horaria y la posibilidad de acogerse a la jornada intensiva y adaptar los horarios en función de las necesidades de aquellos hogares en que ambos padres trabajen. De este modo, los padres se podrían turnar para atender el cuidado de los hijos u optar por jornadas mixtas de teletrabajo y trabajo presencial para favorecer la conciliación familiar. Y en el caso de que no sea posible teletrabajar, la entidad cree que se debe establecer ayudas o desgravaciones fiscales para la contratación de personal al cuidado de los hijos.